Actualmente, en el ámbito de la Unión Europea, existen varios instrumentos legislativos que enmarcan los distintos materiales y objetos que están destinados a entrar en contacto con los alimentos. Por supuesto, el principal objetivo de esta legislación es salvaguardar la salud de los consumidores. Esta reglamentación permite la presencia de sustancias no declaradas, siempre y cuando la migración de estas sustancias al alimento no represente un peligro para la salud. Por lo tanto, es necesario evaluar el riesgo que supone para el consumidor la presencia de estas sustancias. Para ello es imprescindible, entre otras cosas, conocer sus efectos tóxicos y establecer escenarios de exposición adecuados. En el caso de estas sustancias no declaradas, por el hecho de que no se han empleado de manera intencionada en el material, su determinación y cuantificación es complicada, lo que dificulta enormemente la evaluación del riesgo.

Durante esta investigación se espera poder identificar la presencia de estas sustancias no declaradas que migran al alimento desde los materiales plásticos que se emplean para la fabricación de envases reutilizables destinados al contacto con alimentos. De manera complementaria a este objetivo principal es imprescindible establecer pautas para la evaluación del posible riesgo que puede suponer para el consumidor.

Aunque aún no ha finalizado la investigación, hasta la fecha se ha observado que cerca del 95% de las sustancias evaluadas no son peligrosas para la salud y, por tanto, no suponen un riesgo inaceptable para el consumidor.

Las actividades desarrolladas han sido ejecutadas en el marco de la línea de investigación GVA financiada por IVACE para potenciar la capacidad y actividad de AIJU para desarrollar excelencia en materia de I+D, difundir los resultados de las investigaciones realizadas y facilitar e impulsar la transferencia de conocimiento a las empresas de la Comunidad Valenciana.

 

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Sandra Segura – quimicos@aiju.es