La finalización del desarrollo del pasaporte digital para juguetes, impulsado por AIJU, y el Instituto Tecnológico de informática, ITI, representa un significativo paso adelante en la industria juguetera. Gracias a la trazabilidad y transparencia que ofrece, las empresas, consumidores y autoridades pueden rastrear y verificar la historia completa de cada juguete, construyendo así un ambiente de confianza donde los consumidores pueden conocer con certeza la procedencia, materiales y procesos de fabricación de cada producto.
Además, respaldado por la solidez de la tecnología blockchain, este pasaporte digital actúa como un fuerte combatiente contra la falsificación, garantizando la autenticidad y protegiendo tanto a los consumidores de posibles fraudes como a las empresas en la preservación de sus marcas. Este énfasis en la autenticidad se complementa con un compromiso hacia la sostenibilidad, ya que, al detallar los materiales utilizados, se facilita el reciclaje de los juguetes, promoviendo así la economía circular. Esta gestión consciente de los recursos no solo reduce el impacto ambiental al minimizar la generación de residuos, sino que también sitúa a las empresas a la vanguardia, anticipándose a futuras regulaciones en cuanto a trazabilidad y sostenibilidad.
En un mundo donde los consumidores valoran cada vez más la ética y sostenibilidad de los productos que adquieren, esta transparencia es vital para fortalecer la relación entre marca y consumidor. Finalmente, la adopción de tecnologías avanzadas como blockchain demuestra una clara inclinación hacia la innovación, poniendo a la industria juguetera al frente de las soluciones contemporáneas para desafíos actuales y futuros.
Esta iniciativa, con número de expediente IMDEEA/2022/80, está financiada por las ayudas dirigidas a Centros Tecnológicos de la Comunidad Valenciana para el desarrollo de proyectos de I+D de carácter no económico, realizados en colaboración con empresas, con cofinanciación de la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE).
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Jose Carlos Sola