El impacto social de los institutos tecnológicos

La Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (REDIT) y la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, a través de la Dirección General de Innovación, han presentado la actualización de los resultados del estudio pionero de impacto social en el que han participado REDIT y los institutos tecnológicos.

Uno de los principales resultados de este análisis, en el que se ha utilizado la metodología SROI (Retorno Social de la Inversión) y que se ha elaborado en colaboración con la empresa CLICLAB TRANSFORMATIVE AGENT, es que por cada euro invertido en las actividades de los institutos tecnológicos de REDIT se obtiene un retorno social de 10,81€. Es decir, durante 2021, y con una inversión total de 209,5 millones de euros, se consiguió un valor de impacto social de alrededor de 2.265 millones de euros, generando un retorno a la sociedad casi 11 veces mayor a la inversión realizada.

En los resultados del ejercicio 2020, con una inversión total de 197 millones de euros, se consiguió un valor de impacto social de alrededor de 1.505 millones, generando un retorno a la sociedad, en esa ocasión, de casi ocho veces mayor a la inversión realizada, lo que supone un aumento de dos puntos en solamente un año. Para la realización de este análisis se ha monitorizado, cuantificado y visualizado el impacto social de las actividades realizadas por REDIT y nueve de sus institutos tecnológicos, AIDIMME, AIMPLAS, AINIA, AIJU, IBV, INESCOP, ITC, ITE e ITI.

Del estudio también se desprende que los proyectos de I+D generaron 680 millones de euros de impacto positivo en los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), destacando los objetivos 3, 9 y 12, sobre salud y bienestar, industria, innovación e infraestructura, producción y consumo responsable y acción por el clima, respectivamente. Además, con una inversión de 2,5 millones de euros en acciones llevadas a cabo por los institutos tecnológicos para sus trabajadores, se ha logrado un impacto de 69 millones.

Respecto a los resultados de 2020, el SROI ha aumentado casi un 30%, así como la inversión y el valor de impacto social, que lo han hecho en un 6% y un 33,5% respectivamente. Es decir, con una inversión un 6% mayor a la de 2020, el valor de impacto en la sociedad, sin embargo, ha sido de un 33,5%.

El impacto de REDIT y los institutos tecnológicos también es clave en temas muy importantes para la sociedad como la igualdad de género con más de 23 millones de euros; en la formación a desempleados con más de siete; en la creación de empleo con cuatro millones y medio de euros; en los estudiantes de prácticas universitarios  con casi tres millones y medio y en los estudiantes de prácticas de FP con casi dos.

Para el estudio SROI se analiza la contribución de cada instituto tecnológico en relación a más de un centenar de indicadores, entre los cuales podemos citar a modo de ejemplo: número de estudiantes en prácticas, importe gastado en formación de los trabajadores/as, número de acciones formativas impartidas a empresas, número de jornadas o webinars gratuitos llevados a cabo, número de consultas gratuitas atendidas de empresas, formaciones realizadas para desempleados, número de proyectos de I+D realizados con empresas o universidades, número de patentes conseguidas, presupuesto de proyectos vinculados a los ODS, número de impactos en medios de comunicación o redes sociales, participaciones en ferias o congresos, número de horas dedicadas a participar en comités o grupos sectoriales, kilos de residuos gestionados, volumen de reducción de consumo de energía o agua, donaciones y/o colaboraciones con entidades, número de asesoramientos que contribuyen a evitar accidentes en niños/as, número de asesoramientos para favorecer diseños de productos inclusivos (accesibles para personas con discapacidad), etc.

AIJU está altamente comprometido con esta iniciativa ya que, por un lado, el estudio de sus indicadores permite ser consciente del impacto social y medioambiental de las actividades del Instituto, y, por otro lado, favorece también la generación de líneas de mejora que nos permitan evolucionar en estos ámbitos, para progresar hacia un mundo más sostenible y socialmente responsable.

Iniciativa pionera

La monetización del impacto social se ha medido a través de la metodología SROI, un método anual que se centra en el retorno social de la inversión teniendo en cuenta aspectos extra financieros como la desigualdad y la igualdad de género.

Es una iniciativa que se presentó como pionera en el ámbito europeo el año pasado ya que, hasta la fecha, este tipo de estudios habían sido impulsados por gobiernos o ecosistemas de innovación de forma unilateral, pero nunca por parte de institutos tecnológicos u otras entidades a nivel ‘micro’.

 

Más información:

Mª Maite Romero – maiteromero@aiju.es