- En el día Internacional del juego, destaca como esta actividad favorece el aprendizaje en la etapa infantil y es un recurso que previene los efectos negativos del envejecimiento
- El juego aporta, en cada una de las etapas de la vida, beneficio emocional, psicológico y social
El Instituto Tecnológico del Producto Infantil y de Ocio, AIJU, demanda que las actividades consideradas serias no condicionen y reduzcan el tiempo de juego, no solo en la etapa infantil o niñez, sino en cualquiera de las etapas de la vida de las personas.
Con la celebración del 28 de mayo, como día Internacional del Juego, la entidad subraya los aspectos positivos del juego como parte necesaria del ser humano. Si bien es indiscutible en todo el proceso del desarrollo infantil –desarrollo emocional, psicológico, social, lenguaje y motor-, ya que al mejorar el estado de ánimo y hacer que los niños se relajen aprenden de un modo más eficaz, destacan como hay que romper el hándicap de que se trata de una actividad reservada únicamente para los más pequeños.
En este sentido, AIJU recuerda que el juego también aporta beneficios para la salud mental y física de los mayores ya que mejora y previene los efectos negativos del envejecimiento, por lo que hay que acabar con la frase de “los adultos no juegan”.
Además, se trata de un recurso terapéutico necesario para la especie humana, que necesita jugar en cada una de las etapas de la vida y, de este modo, ayudar a los mayores a mantenerse activos y no perder las capacidades y la memoria.
Desde el nacimiento hasta los tres años los contactos con las personas del entorno, la estimulación y el juego son los principales ámbitos del aprendizaje. Desde los 3 a los 6 años el juego hace a los niños experimentar con la capacidad del espacio, el equilibrio, la estimulación de la motricidad fina hasta mejorar la memoria, la atención, el concepto de empatía o favorecer la lecto-escritura.
En la etapa de los 6 a los 9 años los juegos desarrollan la socialización y a partir de esa edad refuerza la autoestima y la autosuperación.
Jugar no es tiempo perdido, sino ganado
Pero, para la directora del departamento de pedagogía e investigación infantil de AIJU, María Costa, “en cada una de las etapas de la vida el juego cobra importancia porque mejora las emociones y el estado de ánimo”. Aunque, lamenta “en la actualidad, el juego sigue contraponiéndose a las actividades serías, desconociendo que el tiempo de juego no es un tiempo perdido sino ganado”.
Debido a la consideración que el juego es imprescindible para el correcto desarrollo infantil, la Asociación Internacional de Ludotecas decidió en el año 1988 elegir el 28 de mayo como día para recordar a todo el mundo que jugar es un derecho indispensable para el niño y otras etapas de la vida.
Pese a ser muchos los países donde se celebra este evento, todavía no ha sido reconocido internacionalmente, pese a que el Artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del niño de las Naciones Unidas, indica que jugar es un derecho.
En 1990 el parlamento español ratificó el juego como un derecho de la infancia y por el que los adultos han de velar por su cumplimiento en cada uno de los niños y niñas.